El efecto rítmico del paso, cuyo sonido al arrastrar el pie producía un resultado similar al de una escobilla sobre un tambor hizo que fuera imitado por los bateristas de algunas orquestas en los años 1920 y que, también, se incorporara al boogie woogie, tocado por la mano derecha del pianista. Se le denominó eight-to-the-bar, pues contenía ocho notas bajas por cada compás.Se convirtió en un recurso rítmico prototípico del estilo de Chicago. Algunos bateristas de swing, como Sam Woodyard, Sonny Payne o Chris Columbus utilizaron de forma abundante este recurso rítmico, y algunas big bands, ya en los años 1930-40, basaron su popularidad en el empleo del shuffle (Louis Prima, Louis Jordan...).
excelente
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